¿Qué condiciones necesitan las bacterias para multiplicarse?

Las bacterias son microrganismos procariotas unicelulares que se encuentran, prácticamente, en cualquier parte. De hecho, muchas son necesarias para la supervivencia humana (viven en el cuerpo) y otras pueden acabar con las personas por causar enfermedades. Aunque cada tipo tiene sus propias características, en general, es conveniente saber qué condiciones necesitan las bacterias para multiplicarse y, así, poder controlarlas.

Y es tan importante intentar acotar su multiplicación porque un exceso de ciertos tipos o subtipos de bacterias pueden provocar problemas de salud. Esto ocurre especialmente cuando crecen descontroladamente en alimentos y en el agua.  Así que, vamos a conocer sus condiciones y cómo evitar las intoxicaciones alimentarias por bacterias.

¿Qué necesitan las bacterias para multiplicarse?

Estas son las condiciones más básicas que ayudan a las bacterias a proliferar y a multiplicarse más rápidamente:

Abundancia de nutrientes.

Las bacterias necesitan alimentarse, principalmente, de nitrógeno, fósforo e hidrógeno. Por eso hay ciertos alimentos más propensos a sufrir la multiplicación de bacterias como el huevo, las carnes y los lácteos.

Humedad.

Los alimentos se han deshidratado desde la antigüedad para conservarlos más tiempo, lo que da una pista de lo importante que es la humedad para que las bacterias crezcan a sus anchas.

PH adecuado.

La acidez y la alcalinidad también son elementos clave, de ahí la importancia de conseguir un pH neutro y no bajo o ácido.

Temperatura.

Cuanto más bajas son las temperaturas, más difícilmente se pueden multiplicar las bacterias. Lo ideal es conservar los alimentos por debajo de los 4ºC y cocinarlos por encima de los 75ºC.

Tiempo.

Las condiciones anteriores son importantes en cuanto al tiempo exposición, es decir, el tiempo que los alimentos pasen en esas condiciones tan propicias para las bacterias.

¿Cómo se reproduce una bacteria?

Las bacterias son organismos unicelulares que se reproducen de manera asexual. Esto significa que una sola bacteria puede producir una copia exacta de sí misma a través de la división celular. El proceso de división celular en las bacterias se llama fisión binaria o bipartición y comienza con la replicación del material genético en el cromosoma bacteriano. A medida que la célula bacteriana se estira y crece, se forma una nueva pared celular en el medio de la célula, separando las dos copias del material genético. Este proceso puede ocurrir muy rápidamente en algunos tipos de bacterias, lo que les permite la proliferación en grandes cantidades en un corto período de tiempo.

Aunque la reproducción asexual es la forma principal de reproducción en las bacterias, también pueden intercambiar material genético a través de un proceso llamado conjugación: dos bacterias se unen e intercambian una pequeña parte de su ADN. Este proceso permite a las bacterias intercambiar información genética y adquirir nuevas habilidades como la resistencia a los antibióticos. Esta capacidad para reproducirse rápidamente y adaptarse a su entorno las convierte en organismos extremadamente exitosos en la naturaleza, pero también pueden ser muy peligrosos.

La temperatura se multiplican las bacterias más rápidamente, incluyendo los gérmenes, es a temperaturas comprendidas entre los 5 y los 65 grados centígrados.

Cómo evitar la reproducción de las bacterias alimentarias

Las bacterias alimentarias pueden ser peligrosas para la salud de las personas. Por lo tanto, es importante tomar medidas para evitar su propagación en la comida. Una de las formas más efectivas de evitar la reproducción de las bacterias alimentarias es mantener los alimentos a temperaturas adecuadas. Como hemos visto, las bacterias tienen un rápido crecimiento e en temperaturas cálidas, por lo que es importante refrigerar los alimentos adecuadamente.

Además, es esencial cocinar los alimentos a una temperatura lo suficientemente alta para matar las bacterias, especialmente aquellas que son tan peligrosas que pueden causar la muerte como la Salmonella y la E. coli.

Otra forma de evitar la reproducción de las bacterias alimentarias es mantener una buena higiene, tanto personal y como de los utensilios de cocina (y del espacio en general). Las bacterias pueden transferirse de una persona a otra a través de las manos, así que es importante lavarse las manos antes y después de manipular alimentos y limpiar los utensilios de cocina con agua caliente y jabón. Además, es recomendable utilizar utensilios de cocina separados para alimentos crudos y cocidos para evitar la denominada contaminación cruzada.

Cómo resguardar los alimentos del aumento de bacterias

Además de seguir los pasos del punto anterior, es recomendable:

• Almacenar los alimentos en recipientes sellados o envases adecuados para mantenerlos frescos y protegidos de la humedad y el calor.
• No dejar los alimentos en la encimera de la cocina durante mucho tiempo.
• Separar los alimentos crudos de los cocinados.
• Desinfectar las superficies de la cocina regularmente.

Siguiendo estas medidas de seguridad, se puede resguardar los alimentos del aumento de bacterias y prevenir posibles enfermedades alimentarias.